Triunfos, empates, derrotas, rivales, amistoso o partidos oficiales… Todo se tiene en cuenta para definir la tabla.

La respuesta es muy sencilla y se encuentra en las matemáticas. Es que desde el último Mundial, el que se llevó a cabo en Brasil en 2014, la casa madre del fútbol decidió que los cabeza de serie de cada grupo se rijan de acuerdo al orden del ranking, que se publica mensualmente.

De esta manera, estos ocho lugares de privilegio los ocupan el país anfitrión, en este caso Rusia, y las siete selecciones mejor ubicadas en la tabla general, que según lo informado este lunes son: Alemania (1°), Brasil (2°), Portugal (3°), Argentina (4°), Bélgica (5°), Polonia (6°) y Francia (7°). A un paso quedó España (8°), que subió tres puestos. El top 10 se completa con Chile (9°) y Perú (10°), el equipo de Ricardo Gareca que consiguió su mejor ubicación en la historia y jugará el Repechaje contra Nueva Zelanda.

Ahora bien, ¿en qué se basa la FIFA para confeccionar este listado que termina definiendo la suerte de los equipos en el Mundial? La sumatoria de puntos es la clave. Sin embargo, la fórmula tiene algunas cuestiones fundamentales a considerar. Se tiene en cuenta la cantidad de unidades obtenidas en los partidos (3 si es una victoria, 2 si se gana por penales, 1 si es empate o si se pierde por penales y 0 si es derrota) de los últimos 48 meses, es decir de los últimos cuatro años. Eso sí, los encuentros deben ser considerados «Clase A», ya sean por amistosos o Eliminatorias o Copas de cada Confederación, del Mundo o la Copa de Confederaciones. Pero cuidado: se ponderan los años de diferente modo. Se toma el 100 por ciento de los puntos del año actual, el 50 por ciento del anterior, el 30 por ciento del penúltimo y el 20 por ciento del antepenúltimo. Los años anteriores se van borrando.

Más allá del resultado en sí, hay tres factores más que interfieren en la sumatoria de los porotos. Estos son la importancia del duelo, el estatus del rival y la fuerza de la Confederación a la que pertenece. La FIFA utiliza el siguiente cálculo de multiplicación: puntos de acuerdo al resultado (le asigna la letra M) por la importancia del partido (I) por la jerarquía del rival (T) por la fuerza de la Confederación (C). Es decir que los puntos que se suman en un encuentro surgen de la fórmula: P (puntos) = M x I x T x C.

El coeficiente para la categorización de cada cotejo es el siguiente: los amistosos deben multiplicarse por 1, Eliminatorias por 2,5, torneos continentales (Copa América, Eurocopa, etc.) o Copa Confederaciones por 3 y Copa del Mundo por 4. ¿Cómo se determina la fuerza de los adversarios? Se le resta a 200 la posición del contrincante en el ranking. Únicamente el equipo en el primer lugar de la tabla obtendrá 200 como factor de valoración y a partir de la posición 150 se utiliza un factor de valoración mínimo de 50. Se tomará como posición del rival aquella que ocupe en la última clasificación publicada oficialmente.

¿Y la valoración de cada Confederación? La asigna la FIFA y se basa en el número de victorias obtenidas por cada Confederación en las tres últimas copas mundiales. Para efectuar el cálculo en los partidos intercontinentales se recurre al valor promedio del factor de fuerza de la Confederación de cada equipo. Los valores en la actualidad son: Conmebol 1; UEFA 0,99; Concacaf, AFC, CAF y OFC 0,85.

Por ejemplo, este ejercicio con el equipo de Messi, por haberle ganado a Ecuador en Quito en su último partido, la Argentina sumó en total 1.050 puntos y se calculó así: 3 (por la victoria 3 a 1) x 2,5 (valor de partido de Eliminatoria) x 160 (estatus del rival: Ecuador está en el puesto 60°) x 1 (valoración de la Confederación).